Capítulo 03: Dios es uno y tres a la vez

Capítulo 3: Dios es uno y tres a la vez

En este capítulo1 hemos aprendido que Dios es uno y tres a la vez. Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo. 

Verdades de la Trinidad

1. Dios es uno. Decir que ellos son tres diferentes es una herejía llamada triteísmo
2. Dios es Tres. 3 personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. 
3. Las escrituras claramente confirman ambas verdades: Dios es uno y Dios es tres.
4. Las tres personas de la Trinidad son personas reales y distintas. 
5. Las tres personas de la Trinidad son perfectamente iguales.
6. Las tres personas de la Trinidad pueden manifestarse de diferentes maneras y desempeñar funciones distintas.
7. El misterio de la Trinidad no es una razón para negarla.
8. La mayoría de ilustraciones que se emplean para explicar la Trinidad son inadecuadas.

Implicaciones de la Trinidad

1. Dios es relacional.  Han existido juntos por toda la eternidad en una relación mutua de perfecta unidad y amor. 
2. Dios no tiene necesidad. Las tres personas de la trinidad están satisfechas perfectamente una en la otra. Dios no necesita nada ni nadie fuera de sí mismo para que lo complemente.
3. Dios es amor (eterno). Dios era amor y una perfecta expresión de este amor se encuentra en las personas de la Trinidad. 
4. Nuestra salvación es obra de Dios.  Cada persona involucrada en nuestra salvación es Dios. Dios nos salvó de él, por él, y para él.
5. La Trinidad es el modelo para nuestras relaciones humanas. Las tres personas de la Trinidad moran juntas en perfecta igualdad y unidad, pero cada una tiene diferentes roles y funciones. 
1. El Hijo sumiso ante el Padre quien obedeció venir a la tierra para salvarnos. Juan 20.21
2. El Padre amó al Hijo y le confió la tarea a él. Mateo 26.42
3. El Espíritu perfeccionó la obra al venir en el tiempo perfecto - después de que Jesús se fuera y no antes.  Juan 16.7

Y entonces algo más me llamó la atención.

El autor hace un análisis muy interesante de la relación entre los tres, comenzando por el versículo de Deuteronomio 6;4 donde la palabra Ekjad que en hebreo significa uno  se emplea para escribir "...Jehová nuestro Dios, Jehová uno es".  Esta misma palabra es la que se emplea para describir la unión que destinó Dios entre el hombre y la mujer en Génesis 2:24 dice que "Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su  mujer, y serán una sola carne".  Cabe destacar que este versículo aparece en la biblia antes que el hombre pecara.

Entonces podemos entender que la biblia plantea que la relación que existe entre el Padre, el Hijo y el Espíritu es homóloga a la que Dios quiso que fuera entre el hombre y la mujer y su descendencia (Gén. 1:28, Gén. 2.18). La figura del Padre, el Hijo y el Espíritu como Trinidad es a la figura del hombre, la mujer y su descendencia como la figura de la Familia.

La Familia 

Dios formó al hombre de sí mismo (Gén 1:26-28), la mujer fue hecha de la costilla del hombre (Gén. 22:21) y la descendencia del vientre de la mujer (Gén 3.16).

También en la página 20 segundo párrafo del capítulo 4 el autor nos dice que "Incluso muchas de las sectas que niegan la deidad del Hijo y del Espíritu afirman que el Padre es Dios (1 Corintios 8:6). Por esta razón, no tenemos necesidad de revisar los numerosos textos que afirman su deidad. Por otro lado, la deidad del Hijo y del Espíritu han estado en constante ataque a lo largo de casi dos mil años de historia cristiana".

Si Dios formó a la familia en el huerto del Edén antes que el hombre pecara, entonces podemos entender por qué la figura original de la familia ha estado bajo constante ataque, tanto en su forma como en su composición.  Satanás odia a Dios por haberlo desechado (Eze. 28:12-19), lo odia tanto como odia la a la familia y la atacó desde el huerto el Edén para destruirla (Gén. 3, Rom. 1:26-27).

Sobre esta base, podemos analizar que, si Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu tienen roles y funciones diferentes cada uno, entonces el hombre, la mujer y los hijos tienen roles diferentes pero integrales, roles que se complementan entre sí, siendo los tres parte de una misma figura. 

Efesios 5.28 dice "Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama" 

Dios quiso que la convivencia en la familia fuera basada en una relación eterna de unidad y amor (primero para con Dios y luego entre sí mismos (Mat. 22:37-39) y que por medio del amor las necesidades de cada individuo fueran satisfechas dentro de la familia. Las necesidades espirituales, emocionales y físicas.  El Padre como proveedor, la madre como protectora y los hijos nutriendo a los padres con su obediencia y respeto (Efe. 5: 28-33, Efe. 6:1-9). Es la relación simbiótica más sana que debemos tener aparte de nuestra relación individual con Dios!

Ahora, porque cada miembro de la familia es humano y por ende imperfecto en el pecado, por medio de esta condición satanás se aprovecha y ataca, provocando heridas (que quisiera provocarle a Dios) que desfiguran al hombre en su ser integral, heridas en su alma, en su corazón y en su mente. Éstas heridas están destinadas a apartar al hombre de la semejanza de Dios, y a confundirlo para que no sepa cuál es su role, qué es lo que le corresponde hacer, al hombre como padre, a la mujer como madre, y a los hijos en su carácter de hijos y así sucesivamente (Rom.1:21-32). Algunas de las heridas que podemos mencionar son: el abandono, el descuido, el enojo, el odio, el rencor, la indiferencia, la negligencia, la ausencia, la falta de carácter, entre muchas otras, son causa de la baja autoestima, las decisiones erráticas, los tropiezos en la vida, apartarse de Dios, repetir patrones, entre muchas otras (Gal. 5:16-26).

Uno hombre, quizá el hombre más sabio sobre la faz de la tierra aparte de Jesús habló sobre esto desde su propia experiencia, ese hombre fue Salomón. Sin embargo, Salomón reconoce que en la fuerza de la familia las confusiones se disipan, las heridas se sanan y el hombre se alinea en el propósito de Dios, fortaleciéndose como un cordón de 3 dobleces (Ecl. 4:7-12).

La voluntad de Dios para el ser humano (que no tiene el don de castidad como el apóstol Pablo y que no fue llamado al ministerio en su soltería), es que, cuando salga de su familia, salga hacia otra familia, es decir, con el propósito de generar su propia familia (Efe. 5.31).  De esta manera cada uno será formado por Dios, y sabrá desempeñar el role que le corresponde (porque Dios Espíritu será quien le enseñe desde su interior), y se evitará las heridas por la soledad y la confusión que pueden ser creadas en la soledad.  Y para aquellas familias donde solo un miembro es creyente, es la voluntad de Dios santificar a toda la familia por medio de esa persona, de manera que todos sean santificados y salvos (1 Cor. 7-12-14). Esta debe ser una oración constante.

"Por esto es que la sagrada familia que conocemos comunmente como José, María y Jesús, en realidad no lo es, sino que es Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu".

Por medio de la Trinidad de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu podemos hacer las siguientes afirmaciones sobre las:

Implicaciones de la familia

1. La Familia es relacional.  La familia conforme al corazón de Dios tiene la capacidad de coexistir junta en una relación mutua de unidad y amor. 
2. La Familia no tiene necesidad. Las personas de una familia conforme al corazón de Dios están satisfechas una en la otra. Dios no necesita nada ni nadie fuera de sí mismo para que lo complemente.
3. En la Familia está Dios, quien es amor. Dios era amor y una perfecta expresión de este amor se encuentra en las relaciones intrafamiliares.
4. La familia es una representación de la Trinidad, que es el modelo para nuestras relaciones humanas!

Loly Fonseca Rodríguez

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Bibliografía

1. Washer, P. (2016). Capítulo 3: Dios es uno y tres a la vez. Fundamentos Bíblicos para la Fe Cristiana Libro 1 Conociendo al Dios Vivo (pp.13-20) Editorial Media Gratiae. URL https://recursosespanol.com/libros-2/